Los paparazzi de Hollywood estuvieron en el momento y lugar indicado
para generar una gran polémica. La glamorosa alfombra roja de los premios Oscar
fue el escenario de la humillación de una de las actrices de “Bandidas”,
Penélope Cruz. Aunque intentará reírse y poner buena cara, en el fondo no lo hará,
y recordará esa noche como un momento oscuro y humillante en su carrera.
Para las mujeres que crean que un “Dolce & Gabanna” será su mejor
amigo, lo tendrían que pensar dos veces, porque la vida está llena de amigos
que se van. Y Penélope Cruz lo descubrió de la peor manera, mientras bajaba de
su limusina con su vestido negro hasta el suelo, sus zapatos plateados de taco
alto y adornando todo su conjunto unos carísimos aros de diamante haciendo
juego con un collar.
Todos esperaban eufóricos la llegada de la actriz a la alfombra roja de
los premios de La Academia. Había aproximadamente unos diez mil paparazzies. El
cielo estaba alumbrado por flashes de cámaras como se ilumina en año nuevo por
fuegos artificiales. La esperadísima actriz llegó. Todos se dieron vuelta a
verla bajar de su coche. Mientras Penélope bajaba del auto su secretaria
personal cerró la puerta sin darse cuenta de que una parte del vestido habría
quedado adentro. La actriz dio un paso y quedó como un lienzo en blanco.
“Los diamantes son los mejores amigos de una chica”, pensó seguramente
al darse cuenta de que lo único que le quedaba de su vestuario eran los zapatos
y sus diamantes. Miles de reporteros salieron, como animales salvajes, en busca
de su presa, a hablar con ella y su secretaria. “No me di cuenta de su vestido”,
dijo su secretaria preocupada y con temor de perder su trabajo
Su
ropa interior fue el atractivo de la noche. La hermosa actriz en lugar de
refugiarse en su limusina nuevamente hasta arreglar el inconveniente, desfilo
por la alfombra roja con su mejor andar de alta costura y lució su delicado
conjunto de ropa interior. Seguida su asistente que, con la vista en el suelo
se mostraba apenada por su error.
“Se vio fantástica y supo manejar al situación”, dijo una conductora de
un programa de moda. Todos admiraron a la actriz y pensaron que era valiente
como un soldado en guerra.
Finalmente, Penélope Cruz pudo lucir su “Dolce & Gabanna” en la
ceremonia de premiación, cuando ganó el premio a la “Mejor Película de
animación” por el “Gato con Botas”. Seguramente se sintió como en el cuento de
Cenicienta quien pasa del vestido glamoroso a los harapos, y de los harapos al
vestido glamoroso nuevamente.
Muy buena crónica, Bianca. Recordá que podés ilustrarla con fotos, hipervínculos y todo lo que se te ocurra!
ResponderEliminarYo lo había pensado, pero no estaba segura si ya podíamos hacerlo
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